MANUEL CUESTA CUESTA DISEÑADOR DE INTERIORES

MANUEL CUESTA CUESTA DISEÑADOR DE INTERIORES

lunes, 28 de julio de 2014

EL NEGOCIO DE LA AUTODECORACIÓN

Ha nacido una nueva forma de decoración, esto es un hecho; hemos adquirido el pensamiento de que todo el mundo está capacitado para realizar la decoración de su hogar o espacio de trabajo; éste pensamiento ha sido inculcado en parte por grandes compañías que fabrican mobiliario barato y de escasa duración. La autodecoración es en nuestros días una lacra para los profesionales del sector, es evidente que una persona con formación universitaria como lo son los diseñadores de interiores tienen más recursos y facilidad para gestionar un proyecto de interiorismo que alguien que no conoce los conceptos básicos del diseño de interiores.
El negocio del mueble de mala calidad ha surgido principalmente de la guerra de precios y está basado en el consumismo, como puede estar ocurriendo también en el mundo de la moda. No hay nada que lleve a la población a comprar en estos lugares que no sea que el precio es muy económico o que desconocen totalmente la calidad de lo que compran.
Parece sencillo, pero es un problema que los decoradores debemos afrontar día a día, tenemos que educar e instruir a nuestros clientes para que aprecien la diferencia entre los materiales de baja calidad y los de calidad más alta. Mi consejo siempre es el mismo, antes de hacer “la chapuza del siglo” contacta con un profesional, él sabrá cómo hacer que formes parte del proyecto o que construyas algún mueble y de esta manera también obtendrás la satisfacción de haber hecho las cosas por ti mismo.
Por otro lado destaca el uso de los conocidos “precios gancho” que utilizan estas grandes multinacionales, muchas veces acudes a la gran superficie de turno y te das cuenta de que la mayoría de las cosas baratas lo son porque su calidad es mala, mientras que en la misma tienda todo lo que está un poco mejor terminado y está fabricado con mejores materiales tiene un precio más caro incluso del que te puede ofrecer cualquier tienda local.
El público desconoce éste hecho y se deja llevar “picando el anzuelo” y llevándose productos de calidad media-baja a un precio poco razonable.
Por otro lado decir que es obvio que si te cobran por una mesa auxiliar 5 € es evidentemente, porque su fabricación y materiales cuestan como mucho 4€… Por lo tanto, ya de entrada la calidad en este caso te la está indicando el precio.



Merece la pena tomarse tiempo en visitar las tiendas o negocios locales y darles la oportunidad de pedir presupuesto antes de pasar toda la tarde del sábado rebuscando en una gran superficie,  en la que seguramente sufrirás un importante dolor de cabeza y comprarás el mismo mueble que tienen la mayoría de tus conocidos… ¿Cómo puede el mismo mueble satisfacer tus necesidades y las de tu vecino al mismo tiempo? Esto, no es decoración.
Me llama poderosamente la atención lo rápido que se acostumbra la gente a comprar basura, excusándose en la típica frase de “Si total lo voy a cambiar en un par de años” o “Con los niños no me importa que se rompa por eso lo compro en tal sitio porque es barato”; ¡no queráis argumentar vuestras malas decisiones! Aprended de ellas, comprar en la tienda de la vecina que hay al lado del portal de vuestra casa, reactivad la economía de vuestro vecindario, ayudad a que florezca y se vea otra vez como un día lo fue, vivo, en movimiento, dejad que la economía fluya entre vosotros y no caigáis en manos de los monopolios….
Sería injusto si no valorara también el impacto positivo que han tenido este tipo de grandes superficies en la sociedad; la gente ha aprendido a valorar algunos materiales y objetos (a fuerza de comprar otros que se rompen con facilidad) y por otro lado debemos apreciar que estos lugares, siendo totalmente objetivos; han “educado” visualmente a la sociedad ayudándoles en temas de estética, combinar colores, estilos e incluso funcionalidad y ergonomía. Su labor ha sido sencilla pero determinante, la puesta en escena de estos lugares suele estar realizada con mucho acierto combinando en sus decoraciones textiles y acabados novedosos (aunque en su mayoría solo sean aparentes), de esta manera el público ha ido ganando cierta experiencia visual y ha enriquecido su cultura de diseño.
Por último deciros que no es mi intención explicar a nadie lo que debe hacer con su economía, ni pretendo ofender a nadie, pero como diseñador me preocupa que no se reconozca ni aprecie el trabajo de grandes profesionales que han estado, y aún muchos persisten; soportando las circunstancias que nos rodean en la actualidad y que no les demos la oportunidad de realizar su labor, dejando nuestra economía en “monopolios extranjeros”
Un ciberabrazo y nos vemos en el siguiente post!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Popular Posts